EL FENÓMENO DE LA NIÑA EN MÉXICO: SEQUÍA Y HURACANES.
(Luis Eduardo Pérez Ortiz Cancino)
Vemos, de acuerdo al Monitor de Sequía que, en el Norte de México, particularmente en el Noroeste, se incrementó el área de sequía y su intensidad. Esta situación de sequía meteorológica podría empeorar la situación hidrológica y socioeconómica -de por sí ya crítica- en ciudades como Monterrey. En verano, disminuye el número de frentes fríos, que son los principales meteoros que traen lluvia al Norte y Noroeste de nuestro país; sin embargo, en fases de La Niña, comúnmente el asunto empeora aún más.
Paradójicamente, la misma Niña suele incrementar la actividad ciclónica en el Océano Atlántico y el Caribe, por lo que mientras en el Norte el agua escasea, en la Península de Yucatán y en el litoral del Golfo de México nos tenemos que preparar para una temporada de huracanes previsiblemente más intensa.
Como sea, el conocimiento científico hoy nos permite prever con suficiente antelación la ocurrencia de meteoros con capacidades destructivas para nuestras comunidades, las preguntas obligadas son:
¿Estamos todos conscientes de lo que se avecina?
Los gobiernos, en sus tres órdenes ¿Ya están actuando según sus propias responsabilidades y escenarios para evitar daños y pérdidas?
