Por: Francisco Carlos Zárate Ruiz
“La democracia es un sistema de gobierno creado por los griegos, en el que el poder reside en el pueblo y los ciudadanos participan activamente en la toma de decisiones políticas, además de que pueden expresar sus opiniones y participar en los debates.
En Atenas la democracia excluía a mujeres, esclavos y extranjeros; en la práctica, la participación directa no siempre se lograba cabalmente, pues pocos y conocidos ciudadanos participaban activamente en los debates, y no estaba exenta, la democracia ateniense, de problemas como
la demagogia, la influencia de grupos facciosos y la posibilidad de fraude”
.
Señalo aquí lo fundamental de ese sistema de gobierno griego, pues en los siglos
posteriores fue modificándose el concepto de democracia, con las aportaciones de grandes pensadores, y con sucesos relevantes como la abolición de la esclavitud y la participación de
las mujeres en las profesiones y la vida pública.
“Charles Louis de Secondat, señor de la Bréde y barón de Montesquieu (1689-1755) jurista, intelectual, historiador y filósofo político de La Ilustración francesa, enunció su teoría de la separación de poderes, la cual propone dividir el gobierno en tres ramas independientes;
legislativa, ejecutiva y judicial, para prevenir la tiranía y asegurar la libertad individual.
Además, enfatizó la importancia de un gobierno moderado y la necesidad de leyes que se adapten a las características de cada pueblo y su contexto. Jean Jackes Rousseau (1712–1778) con su obra El Contrato Social, influyó profundamente en la idea de la democracia, pues señaló el elemento fundamental de ese sistema: El gobierno legítimo emana de la voluntad
general del pueblo. Joseph Schumpeter (1883-1950) en su obra Capitalismo, Socialismo y Democracia se ocupó del proceso electoral como un método competitivo para escoger a los
líderes políticos, en lugar de la participación directa de los ciudadanos en la toma de
decisiones.
John Stuart Mill (1806-1873) en su libro, Sobre la libertad, enfatizó la
importancia, en una sociedad democrática, de la libertad individual y la protección de las minorías. Alexis de Tocqueville (1805-1859), analizó la democracia estadunidense y destacó la importancia de la participación ciudadana y la sociedad civil para el éxito de un régimen
democrático.
Las revoluciones americana y francesa, establecieron nuevas bases para los gobiernos democráticos, basados en la soberanía popular, los derechos humanos y el constitucionalismo. En la actualidad, David Stasavage, politólogo, escritor y profesor universitario estadunidense, sostiene que “La democracia moderna debería considerarse un experimento en curso, por el poco tiempo que lleva existiendo”
.
Considerando la información histórica arriba descrita y la que posteriormente señalaré entrecomillada, disponible en Google (Wikipedia), me permitiré intentar un breve análisis acerca de la actual práctica democrática, partiendo de la democracia estadunidense, y sus similitudes y discrepancias con la mexicana:
Estados Unidos de Norteamérica al convertirse en una real potencia económica y militar, fue considerado y tratado por sus gobernantes, frente a las naciones del mundo, como un virtual imperio capaz de hacer lo que le viniera en gana, acallando las protestas de las naciones afectadas, durante más de la mitad del siglo XX, con la fuerza de las armas, enarbolando las banderas de la democracia y de la libertad, endulzando los oídos de los militares y de los grupos políticos contrarios al grupo gobernante con promesas de poder económico y político al ejecutar los llamados “golpes de estado”, a gobiernos que no se doblegaban ante las exigencias de los gobernantes gringos, quienes los tildaban de comunistas ante el mundo y ante los ciudadanos norteamericanos, autoengañados ante la posibilidad de perder su envidiable estatus económico.
Estados Unidos, llamado sarcásticamente “El policía del mundo”, ha emprendido y
desarrollado guerras contra países que poseen alguna riqueza natural de las que los ha despojado, con pretextos recurrentes como “llevar la democracia a ese país gobernado por comunistas” o “derrocar al tirano comunista que tiene un arsenal de armas biológicas” o “liberar a los ciudadanos de ese país, al que su gobierno comunista no les permite la libreexpresión y está en contra del progreso”
Y, ¿Cómo es la democracia gringa?
Estados Unidos es una república federal y constitucionalista, similar a la mexicana, con diferencias importantes, sobre todo en el sistema electoral, pues los gringos han hecho una mezcolanza entre la participación directa de los ciudadanos al elegir a sus gobernantes, y una modalidad indirecta consistente en los anacrónicos “electores” miembros de un Colegio Electoral, que decide quién de los candidatos será elegido Presidente de la República y Vicepresidente, respectivamente.
Con esto, según mi limitado entender, se viola el precepto democrático clásico de “por el pueblo”, pues “el resultado final de las elecciones presidenciales no depende del voto directo de todos los ciudadanos sino del voto de los electores del Colegio Electoral. Además, este sistema crea desigualdad, pues las poblaciones de estados muy pequeños, con un mínimo de 3 votos del Colegio Electoral, están sobre representados en comparación con los votantes de estados más grandes. Por ejemplo: Wyoming tiene una población de 493,782 habitantes y 3 votos de Colegio Electoral, lo que equivale a 164,594 habitantes por voto de Colegio Electoral; en cambio, California tiene 33’871,648 habitantes y 55 votos de Colegio Electoral, lo que representa 615,848 habitantes por voto de Colegio Electoral. Abolir el Colegio Electoral requiere una enmienda constitucional y el voto de las tres cuartas partes de las legislaciones de estado. Se piensa que tal enmienda no sería aprobada”. “Para ganar la elección presidencial se necesitan, cuando menos, 270 votos de Colegio Electoral, que representa la mitad más uno de los 538 electores (100 senadores; 435 congresistas, y 3 delegados de Washington D.C., que no tienen senadores, pero sí delegados”.
La elección puede ganarla un candidato cuando, aun perdiendo la elección directa (la del pueblo), gane la votación de los electores del Colegio Electoral. ¿Es esta la democracia que promueve Estados Unidos? Todo lo anterior al margen de las violaciones a los derechos humanos de los no blancos caucásicos, de los inmigrantes, de los adversarios políticos, y del injerencismo palmario de los Estados Unidos de Norteamerica, violador de la soberanía de otros países, que muchas veces ha devenido en cruentas guerras. Se han escrito libros de las violaciones a la democracia de ese imperio (al parecer) hoy en decadencia.
Por nuestra parte, en México contamos con un sistema democrático (representativo),
referido al constitucionalismo, la división de los tres poderes y al sistema electoral, muy
similar al de Estados Unidos en los dos primeros elementos de la democracia, y mejor estructurado en el sistema electoral, que requiere que quien ocupe la Presidencia de la República, la haya ganado en una votación nacional directa, lo cual no nos libra de fraudesescandalosos igual que en Estados Unidos.
En los estados modernos como Estados Unidos, México y cualquier país del mundo, lademocracia ha sido, y es, la meretriz de los poderosos económica, política y
armamentísticamente, que la violan consuetudinariamente, pues acordemos, hermanos, amigos, ciudadanos del mundo: No existe la democracia perfecta.
Pinotepa de los pueblos originarios y afromexicanos. 20/07