Por: Francisco Carlos Zárate Ruiz
Se han roto lanzas y se han perdido amistades entrañables, en aras de la discusión (debate le llaman pomposamente en los medios informativos y las redes sociales) acerca de la reforma constitucional del Poder Judicial de la Federación.
Dicen unos que el gobierno federal (debieran decir el Poder Ejecutivo, pues el gobierno lo conforman los tres poderes) dizque izquierdoso, autoritario, dictatorial, comunista, pretende aniquilar el Poder Judicial actualmente integrado, para reintegrarlo con juzgadores a modo. Dicen otros que el Poder Judicial en pleno está corrompido hasta la médula y que, por lo mismo, es necesario reformarlo, iniciando su re-formación con la votación popular (del pueblo) al igual que los otros dos Poderes de la Unión: Legislativo y Ejecutivo, y modificando la estructura, las competencias y las facultades de los órganos que integran el Poder Judicial en su conjunto, sobre todo el órgano de control, que hasta hoy ha servido para maldita la cosa.
Con todos los jalones y los arre-empujones, el Instituto Nacional Electoral (INE) hace como que se encarga de organizar la elección, pero más bien los vocales de lo que sean se hacen que la virgen les habla, cuando es Trump su modelo a seguir. Si lo dudas, lector, vamos por pasos: como diría la novia de Pepito “depatito”
Los cargos a elegir sólo son 881 y para ello hay 3,400 candidatos, para Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, todos del orden federal. Y no sé por qué chillan algunos…pues cualquiera memorizaría los nombres y los perfiles de 3,400 candidatos, (como dice un YouTubero “nótese mi sarcasmo”), siempre y cuando el INE hubiera hecho público un listado, debidamente ordenado por cargos, de esos perfiles. ¡Ah!, además deben ser memorizados por el votante, los números asignados a cada candidato ¡Chulada de maíz pinto!
Pero…¿qué crees?: Eso no es todo güey, pues al parecer al INE se le hace una violación a sus reglas electorales, que los votantes vayan “armados” con un “acordeón” (¡qué tiempos aquéllos señor Don Simón!:el que me entendió, me entendió y el que no, pues no) que “toque” los números de los candidatos por los que quieren votar, porque ese acordeón puede dárselo alguno de los interesados en uno de los dos bandos liados a votos,
¿Y los que no saben leer o son invidentes? Que se los chupe la bruja ¿no? Esos, según dice la Ley Electoral deben ir acompañados y asesorados por algún familiar o amigo, que para el caso, se convierte en “acordeón”
También dicen los detractores de la reforma, que en ningún país del mundo se vota por el Poder Judicial, y que “todo el mundo tiene los ojos puestos en México”. Más aún, el ex del INE Lorenzo Córdova Vianelo, publicó un video en el que le dice a doña Claudia que “ni en las democracias de a de veras se vota por el Poder Judicial”. Ergo, en México tenemos una democracia de a mentis, porque así lo dictaminó el académico de a deveras Lencho Córdova, que pronunció mal, pues en lenguaje naco se dice: diadeveras.
Y quedarán pendientes las elecciones de los poderes judiciales de los Estados, cuyos candidatos serán otro titipuchal. ¡Que el diablo agarre confesados a los curas pederastas! ¿Qué tiene que ver esa expresión con el tema? Pues nada… pero no se me ocurrió otro cierre.
Pinotepa de los pueblos originarios y los afromexicanos. 18/05/2025.