Por Israel Galán Baños
Sin que se sientan ni se capten del todo las señales por los mismos que provocan el cambio, con la oposición de los que pierden su posición dominante y sus privilegios, el tiempo cambia y no se detiene, una nueva etapa se anuncia en el horizonte.
Es lo que viven en esta hora México y los mexicanos. Los que ya no quieren vivir como en los tiempos anteriores y los que no quieren que las cosas cambien, es lo que llaman la “polarización” de la sociedad.
En 1988 hubo una rebelión popular que derrotó al PRI y a su candidato Carlos Salinas de Gortari pero acudieron al fraude electoral y los dirigentes de la rebelión y quizá los tiempos no permitieron el triunfo popular. Los fraudulentos conservaron el poder y eliminando las formas organizativas de esa época, como fue el caso de los partidos políticos llamados “para estatales” (PPS, PARM, PARTIDO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES, PARTIDO DEMOCRATA MEXICANO).
Surgen nuevos partidos políticos (se conserva el viejo partido de Estado, el PRI, conquistan y corrompen al PAN a base de prebendas, atrapan en sus redes al PRD, que cambia su victoria por un espejismo que en el camino termina en el abismo de la abyección y completamente corrompido también).
A partir de entonces se crean nuevas instituciones (el IFE, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, diversas y numerosas instituciones autónomas) que serán la base de la simulación, la corrupción y la privatización de los bienes públicos a través de una supuesta “Transición Democrática”, lo que les permitió el saqueo del país por 30 años más, como ellos mismos lo dijeron, en la etapa conocida como el Neoliberalismo. En esa tarea estuvieron acompañados de un grupo de profesores de la UNAM, sobre todo, y de toda clase de arribistas y trepadores aspiracionales, que les dieron la cobertura ideológico-política.
La elección de julio de 2018 arrasó y acabó con esa época incluidos los partidos políticos post-1988, puso en crisis a las llamadas “instituciones autónomas”, incluidas las universidades públicas, destacadamente la UNAM, hoy en crisis por estar en manos de una oligarquía burocrática dominada por su Junta de Gobierno, pero también entidades como la UABJO hoy en una huelga absurda e irracional, secuestrada por mafias sindicales, por priistas, por grupos porriles, dedicadas todas al saqueo de los recursos públicos, metidos a la politiquería y al enriquecimiento personal y de grupos.
Está en crisis también una forma temporal de operar del capitalismo mexicano en su fase de acumulación por explotación y despojo, sus administradores que convirtieron al Estado en el beneficiario de sus negocios, a base de contratos ilegales, con evasión de impuestos.
El Estado Mexicano estaba al servicio de estos grupos en las tareas represivas para perseguir y aniquilar a los opositores a su proyecto de saqueo para enriquecerse. Concedió “franquicias” a grupos caciquiles para gobernar amplios territorios en el país apoyados en amplios grupos de sicarios y criminales, lo que explicaría los miles de asesinatos, las masacres y también los innumerables desaparecidos. Se encubrió con la llamada “guerra al narcotráfico” diseñada por los aparatos de seguridad norteamericanos y ejecuta por Felipe Calderón a través de Genaro García Luna.
Ahí está la clave para entender la pobreza y la enorme desigualdad en que viven los mexicanos, particularmente en estados como Oaxaca de gran riqueza alojada en la más grande diversidad natural de México, en su historia, en su riqueza cultural, en su población trabajadora que vive sin embargo, en la más abyecta pobreza y que por esta situación sus mejores gentes se ven obligadas a emigrar en búsqueda de mejores horizontes.
El “Tsunami” de 2018 arrasó con esa época y hoy se vive una enconada, sorda y a veces, una escandalosa lucha por definir el futuro.
Vivimos una época de incertidumbre porque estamos en proceso de que surja un nuevo futuro o se imponga otra vez el pasado, precisamente por el miedo que provoca lo nuevo, el impulso y apoyo que encuentran en los poderosos grupos que no quieren y se oponen a cualquier tipo de cambio. En lo público, de manera abierta, propician la guerra mediática y por abajo, en lo oscurito, desatan los asesinatos masivos, las masacres a lo largo de todo el territorio, intentando desestabilizar al gobierno federal, sobre todo.
Nada está dicho, no anticipemos vísperas y ocupemos el lugar que escojamos, o nos acomode, en la trinchera de esta gran batalla en curso.
De última hora se han producido dos hechos dignos de comentar porque son avances en la lucha por limpiar y mejorar la vida en México: la detención de Emilio Lozoya en España y la devolución del dinero defraudado y estafado por los especuladores inmobiliarios de origen judío de la empresa Fibra Uno al INFONAVIT por donde pasó el actual gobernador de Oaxaca Alejandro Murat.
¡BIENVENIDOS AMBOS HECHOS!
Israel Galán Baños.
Sociólogo de Pinotepa Nacional.
israelgalan@yahoo.com.mx
