“Si en esos días alguien les dice: ‘Miren, aquí está el Mesías’, o ‘allí está el Mesías’, no le crean. Porque vendrán falsos profetas y falsos mesías, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, también engañarán a los que Dios ha llamado a seguirlo.” Mateo 24:23-24 TLA
Se acababa una década de crisis política y económica en los noventa, 1993: mataron a Luis Donaldo Colosio; 1994: entramos en crisis económica. Fue una década muy difícil y así México entraba al siglo 21.
Los mexicanos estábamos hastiados del partido oficial, el PRI, por toda la corrupción que se había dado y las condiciones en las que dejaban al país. El año 2000 era electoral; votaríamos por un nuevo presidente.
De la nada, surgió un “mesías”, Vicente Fox Quesada, candidato del PAN. Se percibía la esperanza y un cambio verdadero para el país; así lo veíamos. Su mensaje y proyecto eran adecuados para los mexicanos.
Fue la primera vez que ejercí mi voto. Me sentía emocionado de votar por un candidato que daría solución a los problemas en todos los sentidos, especialmente el económico.
Sin embargo, fue una decepción. Posiblemente se hicieron cosas buenas, pero no lo suficiente para decir que el país estaba siendo diferente. Al final, el gobierno de Vicente Fox culminó como los anteriores, con muchos problemas en el país.
Simultáneamente al gobierno del presidente Fox, en Ciudad de México gobernaba Andrés Manuel López Obrador, quien empezó a opacar al presidente Fox. Una gran mayoría de mexicanos creímos que el mesías no era Fox sino López Obrador.
Su mensaje contra la corrupción era tan contundente que convenció a todos de que era el “mesías”. Nos empezamos a hacer la idea de que López Obrador tenía las soluciones a los problemas del país, por lo que no dudamos en que sería el próximo presidente de México.
No fue sino hasta 2018, cuando 30 millones de mexicanos, para que no quedara dudas como en 2006 y 2012, confirmaron que López Obrador sería el próximo presidente de México y daría soluciones a los problemas reales con su proyecto de nación presentado a todos los mexicanos.
Sin embargo, fue otra decepción. En lo que va de su sexenio ha mostrado ineptitud y autoritarismo, prepotencia y abuso de poder. Ha dividido a los mexicanos; el país es un caos, problemas económicos, inseguridad por donde sea, y sobre todo, más corrupción, como nunca antes, e incluso ahora sus hijos están involucrados, al igual que lo fue Vicente Fox con sus hijos políticos.
¿Será que vendrá otro mesías? Parece que los mexicanos seguimos esperanzados en que algún político, de verdad, dará solución o pondrá a México dentro de los países desarrollados, pero ¿cuándo?
¡Dios nos ayude!
