Vanessa Did asistió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), primero por un malestar y luego para que le retiraran el DIU, sin embargo, por la mala praxis tuvo infecciones que llegaron hasta la gravedad de amputarle las dos piernas para que pudiera vivir.
En esta situación que vivió Vanessa Dib, así como muchas otras historias, que una y otra vez hay cosas que demuestran que los servicios de salud “públicos” son nefastos, ineficientes y son muy caros porque lo pagamos todos mediante los impuestos.
Pues, entre corrupción, médicos mal pagados, y una burocracia qué impide procesos fáciles la gente está muriendo. Y esto es algo que se vive en cada hospital público de cada comunidad, sin olvidar aquellos lugares donde no hay ningún servicio médico público.
Por eso, es necesaria la privatización del sector salud, donde el dinero quede en nuestras manos y quede en nosotros el decidir qué servicio deseamos y pagar por ello, claro, esto con una disminución de impuestos porque el gobierno ya no tendrá el servicio médico en sus manos.
Vanessa Dib, sufrió una de las mayores desgracias y quisieron indemnizarla con 80 mil pesos, una cantidad que no alcanza ni para vivir modestamente por unos meses, ¿seguiremos con la esperanza de que algún gobierno cambiará el sistema de salud o lo tomaremos en nuestras manos?
Menos impuestos, más dinero en nuestros bolsillos.
