“De un solo hombre él hizo a todos los pueblos que viven en la tierra, y decidió de antemano cuándo y dónde debían vivir.” Hechos 17:26 VBL
Lamentable lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo desde el poder, el más alto del país, con la ciudadana Xóchitl Gálvez, la ha ofendido, difamado, expuesto y se ha burlado de que no es indígena.
Pero más lamentable que millones, entre ellos, mujeres, le sigan el juego al presidente AML0, solo por ser quien es, un líder que está usando el poder del estado para destruir a una mujer, y una mujer indígena.
Da pena, que el presidente AML0 sea quien defina si eres o no indígena, solo por no estar de su lado; sorprende que tome tal actitud, más con una mujer, lo hizo con Carlos Loret de Mola, cuando evidenció a su hijo mayor por la casa gris de Houston.
El presidente AML0 no es indígena, no tiene rasgos ni esencia de pertenecer a una etnia; al contrario, es de ascendencia española, de Cantabria, de donde era su abuelo materno.
Tampoco creció en un pueblo indígena, Tepetitán Macuspana, Tabasco, no es indígena, al contrario, es un pueblo de gente con rasgos finos, ahí viven ganaderos, apellidos como Rovirosa, Ramírez o Nieto que nada tiene que ver con los indígenas.
Recuerdo que en el pueblo donde crecí, nos llamamos por nuestros nombres o apodos, y sólo sabíamos que éramos mexicanos, ya sea si fuéramos negros, güeros, morenos o indígenas, altos, chaparros, feos o guapos, y que todos teníamos los mismos derechos y privilegios que nos otorgaba la constitución.
Así que, la superación personal era igual para todos, sin distingos, y gracias a ello, hoy ese terruño tiene licenciados, doctores, maestros, enfermeras, ingenieros, veterinarios y empresarios.
No podemos convertirnos en una sociedad o país como de la Edad de Piedra, o del canibalismo o como las etnias en África, que por su racismo, clasismo, discriminación y odio, se mat3n entre sí, somos mexicanos eso me enseñaron desde el kinder.
¡¡Dios nos ayude!!
