Piden al gobernador Salomón Jara Cruz respuesta para los afectados del huracán Erick en Pinotepa Nacional, Oaxaca
(Boletín de prensa)
A casi cuatro meses del paso del huracán Erick por nuestro municipio de Pinotepa Nacional, más de mil afectados del casco urbano siguen sin atención gubernamental.
Los damnificados son principalmente las familias más pobres de la periferia de este municipio costeño.
Presidentes de barrios y colonias señalan la indolencia, apatía y graves violaciones a los derechos humanos por parte del presidente municipal Héctor Baños y del gobernador Salomón Jara.
Han pasado tres meses y dieciséis días del paso del huracán Erick por nuestro municipio costeño sin que, hasta el momento, se haya atendido a la población afectada del casco urbano. Ciento ocho días del peregrinar de más de mil familias pobres afectadas, con viviendas que presentan severos daños y, en los casos extremos, pérdidas totales. Mientras tanto, las autoridades municipales y estatales solo se han dedicado a echarse la bolita unos a otros, generándose innumerables mesas de diálogo con el presidente municipal Héctor Baños Toscano y los delegados regionales y distritales Juan Carlos Ruiz e Hilda Margarita Guillén, donde se firmaron minutas de acuerdos que, hasta el momento, no se han cumplido.
Pinotepa Nacional es un municipio con alta marginación según datos oficiales del CONEVAL; ocupa el lugar 108 de 570 municipios, quedando con ello evidenciadas las graves carencias en educación, vivienda, servicios básicos y acceso a bienes. En el casco urbano, el 60 % de su población está en situación de pobreza y el 18 % en pobreza extrema. Esta pobreza extrema se ve reflejada en más de una decena de colonias de la periferia con alto rezago social, marginación y pobreza, siendo estas las más afectadas tras el paso del huracán Erick. Para ellos han sido casi cuatro meses de exigir a las autoridades lo que por derecho corresponde, pues es obligación del Estado proteger, asistir y garantizar la vida, la salud y la seguridad de las personas afectadas por desastres naturales. Este derecho está consagrado en la Constitución, artículos 1, 4, 26 y 73; en la Ley General de Protección Civil, artículos 3, 4, 5, 6 y 8; y en tratados internacionales como el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Sin embargo, lo único que han hecho ambos órdenes de gobierno es mentir y dilatar la atención para generar cansancio en los representantes de los barrios, colonias y fraccionamientos, y que estos desistamos de nuestra legítima exigencia.
El día 2 de julio presentamos nuestra primera solicitud, en la que exigíamos al gobernador la atención para nuestros barrios. Para el día 9 de julio solicitamos por escrito una mesa de diálogo con el presidente municipal y los delegados de la Paz, con la finalidad de ir documentando nuestra exigencia. En ella pedimos se nos mostrara la solicitud de declaratoria de desastre presentada en tiempo y forma, la reapertura de los censos y el informe de los acuerdos y/o decisiones tomadas entre la autoridad municipal y estatal para la atención de los damnificados del casco urbano, ya que en reuniones anteriores el presidente informaba que estaba haciendo la gestión para la atención, pero el tiempo pasaba y seguíamos sin atención en los hechos.
Para el día 6 de agosto volvimos a solicitar por escrito otra mesa de diálogo con el presidente y los delegados para que se nos informara de la propuesta de atención, los resultados de la verificación que hizo el Gobierno del Estado a las viviendas afectadas y la calendarización de obras, entre otras exigencias de nuestros barrios y colonias.
Subsecuente a esto, se volvieron innumerables reuniones, mesas de diálogo, minutas de acuerdos, compromisos incumplidos y palabrerías que se las llevó el viento. Sin embargo, al solicitar por escrito, documentar y estar presentes, preponderamos el diálogo y la concertación de acuerdos sobre la movilización. Demostramos nuestra disposición a exigir de manera pacífica nuestros derechos, los derechos de los barrios y colonias a los que representamos, quienes a diario nos preguntan: “¿Qué pasó con la visita que hicieron a sus viviendas? ¿Habrá atención o qué tenemos que hacer para hacernos escuchar?”.
Ante la inatención, no nos dejan más opción que la movilización, porque nos hemos cansado de acudir a mesas y firmar acuerdos que se tornan letras vacías y sin valor, tan carentes de empatía como la falta de compromiso del gobernador Salomón Jara, a quien, durante una de sus visitas a Pinotepa, los que suscribimos fuimos a buscar para pedir su atención. Quince días nos pidieron para que el Gobierno Federal viniera a atender a las familias. Ha pasado casi un mes y seguimos sin respuestas. Hoy, el presidente municipal se lava las manos diciendo que ya no está en su cancha, como si la vida y la seguridad de más de una centena de familias pobres de la periferia de nuestro municipio fueran un juego. Él es el representante legal del municipio, es nuestra voz y, por lo tanto, tiene la obligación primaria de actuar en nuestro nombre y defender nuestros intereses ante los gobiernos estatal y federal, porque para ello fue electo.
Hoy es más importante para el gobernador derrochar miles de millones de pesos en el acarreo partidario y la compra de voluntades para la farsa que será la revocación de mandato, tan falsa como la promesa de que la derrama económica derivada de la Guelaguetza sería destinada a la atención de la población damnificada. Por todas estas razones, les decimos a nuestros representados, habitantes de los diferentes barrios, colonias y fraccionamientos de este municipio, que es hora de levantarnos en una sola exigencia, porque los derechos no son dádivas ni favores del gobierno. Son conquistas del pueblo, por eso no se mendigan: se exigen y se defienden con dignidad y unidad.
Atentamente
Unión de Comités de Barrios, Colonias y Fraccionamientos de Pinotepa Nacional