Pedida de la lluvia en Huaxpaltepec

Cultura

Pedida de la lluvia en Huaxpaltepec.

Huaxpaltepec, un lugar lleno de misticismo, de rituales y de  ritos que aún sobreviven a pesar del tiempo y las cargas culturales que ha dejado la aculturación occidental, pero que se han modificado teniendo como resultado actual un ritual hibrido (precolombino-católico). Este ritual conjuga la religiosidad católica, la imagen de Jesús de Nazaret mejor conocido como Tata Chu, y el mito mesoamericano, la creencia por una deidad que vive en este lugar y que es conocido como el dios de la lluvia en la cosmogonía  Mixteca, “Ra Savi”, representado por un  jaguar de madera.

“Hace más de tres mil años, en lo que hoy es México, el jaguar, Panthera onca L. fue Señor de los animales y símbolo de lo divino. Su trascendencia es evidente en la obra material de todas las civilizaciones prehispánicas. A este felino se le relacionaba con el poder, la noche y el inframundo, con la agricultura, la fertilidad de la tierra y hasta con la muerte. El jaguar es un animal que aparece representado en todo el territorio mesoamericano a lo largo de toda su historia”. (Beauregar Solís, Maguira Alejandro, Camara-Cordova, 2009, P: 19)

La pedida de la lluvia en el cerro Yucu Titty (cerro de la iguana) es un acto ritual que se celebra año con año con una procesión que parte de la iglesia católica situada en el centro de la población, con destino final la Piedra del Señor.

Este cerro es el más alto del valle, en su punta se encuentra una piedra, de ahí su nombre, y en 

donde según leyendas, historias locales y memoria histórica del pueblo, apareció Tata Chu. La piedra del señor es considerada un “Templum”, pues según Eliade (1969) este concepto “es el que designa el aspecto espacial, en este caso el lugar donde se hace el ritual, pues en toda circunstancia este espacio es un lugar santo por excelencia, el cual santifica el cosmos por entero y santifica por igual forma la vida cósmica”.

Este ritual da inicio con la celebración de la mayordomía en honor a San Marcos, el 25 de Abril, en donde según voces locales por primera vez en el año se saca el tigre de madera (jaguar) a una particular procesión a lado de San Marcos en un camino adornado con ramas de árbol de nanche (fruto local) dentro del atrio de la iglesia,  este ritual se realiza para dar inicio con el ciclo agrícola y para que  los pobladores se preparen por el inicio de las lluvias. 

Posteriormente, el primer miércoles del mes de mayo se reúnen el comité de la Iglesia, junto con el presidente municipal y su cabildo, el comisariado de bienes comunales y consejo de vigilancia junto a su comitiva, el alcalde único constitucional, el consejo de Tata mandones y el pueblo en general, para iniciar el recorrido hacia dicho cerro, la salida es a las 7:00 am pues el cerro se encuentra a una distancia de una hora aproximadamente, en el camino, los participantes  cargan una réplica reducida de Tata Chu  juntamente con el tigre-jaguar, de igual forma platican cuestiones relacionadas con la comunidad, observan las laderas y los terrenos que se encuentran por su paso, aproximadamente 50 personas caminan ese día con devoción.

Al llegar el Tatamandón Mayor, quien es el que acompaña al presidente municipal, conjuntamente con el sacristán mayor de la Iglesia, quien es el encargado de llevar una cruz y el copal, los demás acompañantes, encabezados por las figuras representativas del pueblo se acercan a la piedra y comienza un rosario (plegaria); esta vez pidiendo a Tata Chu que les otorgue el agua sagrada, para que la lluvia bañe sus campos y sus tierras y sus cosechas sean fructíferas. Todo lo que el primer mandón dice, está en lengua Mixteca. Este rosario se prolonga por más de una hora, todo en tu’un savi (Mixteco).

Al terminar el rosario, todos se saludan, después se dirigen a comer sus alimentos. En la comida los tres poderes principales del pueblo conviven y platican cosas referentes a la comunidad.

Cuando se termina de almorzar, el presidente municipal da las gracias a las personas que acompañaron a este acto, si este domina la lengua mixteca da las gracias en este idioma, si no, el primer Tatamandón es el que habla por él. Continuamente vuelven al pueblo para llevar las cosas que se toman de la iglesia, así como poner en su nicho al tigre de madera y a la imagen miniatura de Tata Chu y esperar con ansias la sagrada lluvia. En algunas ocasiones, ese mismo día del ritual llueve, en caso que no, el acto se repite el segundo miércoles, el tercero y hasta el cuarto miércoles del mes de mayo.

Autor. Heriberto Martínez Zuñiga 

Corrección de estilo: Maclovio Cruz González

Fotos: Mítico Huaxpaltepec

Deja un comentario